EL CÓDIGO ENIGMA: ROBANDO SECRETOS
Arthur Scherbius, ingeniero alemán experto en electromecánica, creó su máquina “Enigma”, capaz de
transcribir información codificada, con
la esperanza de despertar el interés de la industria en el cifrado de secretos comerciales. En 1923 se creó Chiffriermaschinen Aktiengesellschaft (Corporación de maquinas descifradoras) en Berlin para fabricar
su producto. En tres años, la Armada alemana estaba fabricando su propia
versión, seguida por el ejército de tierra en 1928 y las fuerzas aéreas en 1933, cuando Alemania nacionalizó la compañía. Uno de los
primeros usos de esta máquina en un
conflicto bélico fue en la guerra civil
española, donde los “nacionales” la
usaron, gracias a que contaba con el apoyo de la Alemania nazi.
Enigma, un dispositivo electromecánico, permitía teclear un mensaje, para después desordenarlo usando de tres a cinco ruedas dentadas o rotores que mostraban diferentes letras del
alfabeto. El receptor del mensaje necesitaba conocer la configuración exacta de los rotores para poder rehacer el
mensaje original
Con los años, los criptógrafos fueron añadiendo conexiones eléctricas, creando una máquina mucho más compleja. Gran
Bretaña y sus aliados conocieron de
la existencia de Enigma y el problema que esta máquina les podía suponer en 1931,
cuando Hans Thilo Schmidt, un espía alemán, permitió que sus agentes de espionaje franceses fotografiaran un manual robado de
Enigma.
Inicialmente, ni los analistas británicos ni los franceses pudieron romper el código. Solo después de entregar los detalles de la misma a la Agencia de codificación polaca, se pudo avanzar. Ayudados por sus vínculos con la industria alemana, los polacos
consiguieron reconstruir una máquina Enigma de procesamiento en paralelo, llamada bomba criptológica y que buscaban todas las codificaciones
posibles y así, poder leer los mensajes de los ejercitos alemanes
entre 1933 y 1938.
Ultra inteligencia
Con la inminente invasión alemana en 1939, los polacos optaron por compartir
sus secretos con los británicos y la Escuela Britanica de Criptología, GC&CS, en Bletchley Park y que se convirtió en el centro de las fuerzas aliadas en un esfuerzo por mantenerse al día con los cambios continuos en el código debidos al conflicto bélico.
Grandes matemáticos y personal con habilidad para resolver problemas fueron reclutados
y ayudados por una serie de ordenadores llamados “bombas criptográficas” que fueron construidas para resolver el gran
número de ajustes creados por
los alemanes en Enigma.
Estos estaban convencidos que el código Enigma no podía ser descifrado, por lo que usaron la máquina para toda clase de comunicaciones en el campo de batalla, en el
mar, aire y en especial en los servicios secretos. Los británicos denominaban cualquier dato de inteligencia
obtenido por Enigma, como Ultra y era considerado alto secreto.
Solo un pequeño número de la comandancia militar
conocía el verdadero significado de
Ultra, usándolo con moderación para evitar que los alemanes se dieran cuenta que
el código Enigma había sido descifrado.
Puedes comprobar el funcionamiento en este SIMULADOR DE LA MÁQUINA ENIGMA
Vídeo: como se usaba Enigma
¿Qué es la criptografía?
La criptografía, palabra que procede del griepo krypto (oculto)
y graphos (escritura), es la disciplina científica que se encarga del cifrado y
descifrado de mensajes, es decir, enmascarar mensajes mediante un algoritmo de
ofuscación que, además, debe permitir devolver el
mensaje a su estado original. La criptografía, históricamente, ha estado vinculada a las campañas militares y los secretos de
los gobiernos, de hecho, se dice que la primera técnica criptográfica se usó en el siglo V a.C en la antigua Grecia e incluso,
posteriormente, por Julio César en sus campañas militares.
Pero si hay un período
donde la criptografía
tomó una
vital importancia fue en Bibliografía: página web de la BBC y www.alt1040.com
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